Con tan
sólo 18 años, Jesús Vallejo es capitán del Real Zaragoza y ha
sido incluido en el XI ideal de la Liga Adelante. No suena mal. Igual
que tampoco sonó nada mal la Romareda cantando “11 Vallejos,
queremos 11 Vallejos” cuando el Zaragoza estaba (aparentemente) a
punto de ser eliminado en la ida de los Playoffs de ascenso perdiendo
0-3 con el Girona. Y es que por Zaragoza sólo otro canterano ha
conseguido generar unos niveles de ilusión similares en lo que
llevamos de siglo. Su nombre es Ander Herrera, y si no hay ningún
problema, será internacional con España más pronto que tarde. El
logro mínimo que cualquier maño espera que Vallejo acabe
alcanzando.
El joven
central realizó la pretemporada con el primer equipo sin haber
pisado el filial, ya que con el cambio de propiedad del club y los
problemas con Hacienda, la plantilla estaba sin hacer. Convenció al
técnico Víctor Muñoz y debutó como titular en la 1ª jornada de
Liga con una exhibición ante el Recreativo de Huelva. En la jornada
6 perdió la titularidad tras algún partido con fallos debidos a su
inexperiencia, y en la 11 la recuperó. Desde entonces, sólo los
partidos internacionales o algún problema físico han impedido su
participación. Convocado con la sub21 en el parón de selecciones de
marzo, a su vuelta Ranko Popovic, que sustituyó a Víctor Muñoz, le
dio la capitanía. Al ser preguntado al respecto, el entrenador
serbio contestó: “El partido que viene si nos dejan llevar dos
brazaletes le pongo uno en cada brazo. Ha demostrado que el brazalete
tiene un significado mayor que la estética”. Convertido en el
símbolo del “nuevo”
Zaragoza que se está construyendo tras la salida definitiva de la
entidad de Agapito Iglesias, también portó el brazalete en el
torneo clasificatorio para el Europeo sub19 que comienza hoy.
Pasando
a lo que ocurre sobre el terreno de juego, Vallejo ha ocupado durante
la mayoría de la temporada la posición de central derecho (con
defensa de 4 ó 5), y ocasionalmente también el lateral. También
jugó un partido como central izquierdo y se ha formado como
mediocentro, aunque no haya jugado ahí con el primer equipo. Durante
la temporada ha mostrado una progresión impactante, tanto a nivel
físico (puede que no haya dado el último “estirón”), como a
nivel táctico y de toma de decisiones. Comenzaremos describiendo su
comportamiento defensivo, ya que inicialmente fue lo que más llamó
la atención.
Jesús
es un central anticipador, esbelto, con pocos kilos y unas piernas
muy largas, del que todos sus compañeros y entrenadores destacan su
constante concentración en los 90 minutos del partido. Uniendo a
ésto sus botas negras, su pantalón bien subido y su pelo rizado,
visualmente recuerda jugadores de otras épocas. Trata siempre de
anticipar, es correoso cuando el delantero está de espaldas y
disfruta de las largas carreras para corregir a sus compañeros de
zaga, que en un inicio es lo que más impacta al espectador.
En esto
último demuestra una velocidad que no se le atribuiría a primera
vista, y que parece ser más acentuada cuanto mayor sea la desventaja
que tenga con el delantero rival. Y si con la carrera no ha sido
suficiente, el joven maño tiene un “feeling” muy bueno para ir
al suelo y rebañar el balón en el último momento. Además no abusa
de este recurso como sí hace a veces intentando cortar pases en
profundidad que quedan lejos de su radio de acción.
En
cuanto a la anticipación, muestra un comportamiento innato muy bueno
para impedir recepciones al delantero, con una velocidad de reacción
alta y una gran técnica para meter el pie antes que el cuerpo.
Curiosamente, para ser una acción tan repetida en su repertorio y
tan complicada de ejecutar, no se le recuerda ningún error de bulto
esta temporada. Habrá que ver si en Primera División puede
repetirla con asiduidad o deberá matizar su comportamiento en estas
jugadas. Además, cabe remarcar su buena toma de decisiones para
elegir cuando aguantar detrás del delantero, impidiendo que gire,
donde muestra mucha intensidad corporal para su poco cuerpo, aunque
comete faltas evitables tratando de meter el pie, sobretodo cerca de
la línea de banda.
Para
acabar de comentar su juego fuera del área, hablaremos de los
balones frontales, probablemente su único punto débil remarcable. A
principio de temporada tuvo varias situaciones en los que no midió
bien y se metió en problemas por dejar botar balones que no debería,
y aunque lo ha mejorado con el paso de los partidos, muestra un
déficit evidente de kilos que hace que la mayoría de los delanteros
grandes le desplacen con facilidad y le ganen la posición ante un
pelotazo.
Entrando
ya en el área, hemos de alabar su comportamiento ante los centros
laterales que llegan por su lado. Está atento para ayudar a su
lateral si es necesario, y coloca muy bien el cuerpo para cortar el
centro antes de que llegue a la altura del primer palo. Cuando el
centro llega por el lado contrario no muestra defectos, pero no se
acerca al nivel del primer caso. Además de esto hemos de destacar su
habilidad para despejar balones muertos en el área, donde en los dos
últimos meses ha mostrado una contundencia mucho mayor que la del
principio de temporada, cuando mostraba candidez en acciones
puntuales.
Por
último, comentaremos su comportamiento defensivo como lateral
derecho. Tiene tendencia a cerrarse en exceso, sin ser algo demasiado
exagerado, pero a cambio cierra muy bien el segundo palo ante centros
(aquí se nota que es central), y muestra un muy buen nivel en el uno
para uno. A su rápida velocidad en carrera, mencionada
anteriormente, suma una agilidad de cintura muy destacable y cierta
habilidad para meter el pie en el momento correcto. Aunque sin duda
su mayor cualidad es la de aguantar de pie ante las fintas del
extremo, siguiéndole los movimientos con una buena capacidad de
sufrimiento y la agilidad en el giro ya mencionada.
Como
nexo entre la defensa y el ataque usaremos el balón parado, donde
Vallejo no ha mostrado esta temporada la determinación que parece
puede llegar a ofrecer. En su propio área ha mostrado algún ligero
fallo, generalmente provocado por mala comunicación con el portero,
pero de alguien de su jerarquía cabe esperar un dominador de estas
jugadas, y no ha sido así. En ataque, pese a haber marcado un gol y
estrellado un balón contra el larguero, se ve un amplio margen de
mejora. Jesús tiene un gran salto y le gusta atacar el balón en
carrera, lo que hace pensar que responderá cuando tenga jugadas que
le busquen como objetivo.
Y
llegamos ya a su comportamiento con balón, probablemente el apartado
en el que más ha mejorado a lo largo de la temporada. Comenzó con
Víctor Muñoz en un equipo donde el juego directo practicado no
dejaba protagonismo a los centrales en salida de balón. Con la
llegada de Ranko Popovic y el cambio de estilo pudimos ver cierto
potencial, que se ha convertido en realidad absoluta con el paso de
los partidos. Vallejo se ha erigido como la salida principal del
equipo en los últimos dos meses, llegando a ser una de las razones
del cambio de esquema a 3 centrales, lo que le otorgó aún más
responsabilidad con balón que antes.
Es un
jugador muy tranquilo con el balón en los pies, con una gran técnica
y mucha voluntad para sacarla siempre jugada. Destaca en él un gran
control de balón, que deja siempre preparado para el golpeo con la
pierna derecha. La seguridad que Vallejo tiene en sus controles hace
que levante la cabeza casi antes de recibir el balón, lo que
facilita su labor. Tiene una tendencia muy marcada a aprovechar la
protección que le otorga la banda para escudar el balón, lo que ha
hecho que siempre juegue de central derecho, ya que es necesario para
su juego. Lógicamente, el paso a tres centrales ha potenciado esto
todavía más, ya que su carrilero, José Fernández, avanzaba
rápidamente a zona de extremo para darle espacio.
Cuando
recibe tiene tendencia a buscar pases verticales hacia el punta que
la busca de espaldas o los mediapuntas que se mueven entre líneas,
algo que el sistema de Popovic ha buscado potenciar. Sus pases son
muy tensos, rasos y pocas veces no llegan a su objetivo. Además,
cuando esta opción no es viable y tiene espacio, no tiene miedo a
iniciar una conducción que a veces acaba en una combinación con la
que puede llegar a incorporarse al área. Pese a esto, no se puede
decir que Vallejo sea impaciente o alocado con el balón en los pies,
ya que sabe volver a jugar con el mediocentro o el otro central si la
situación lo requiere.
A esto
hemos de añadir que muestra una habilidad muy curiosa para salir de
situaciones complicadas donde queda rodeado de rivales, especialmente
tras haber anticipado. No se puede decir que sea demasiado hábil en
espacios reducidos, pero sin embargo en estos casos sale del lío sin
complicaciones ni rebotes. Aquí es donde su puede notar más su
formación como mediocentro.
La
principal laguna del maño con el balón en los pies es lo poco que
busca el cambio de orientación. Por lo visto con la selección,
donde sí lo ha sacado más veces a relucir, es bastante adecuado,
con poca altura y una mejorable velocidad. Pero con el Real Zaragoza
apenas se ha prodigado con estas acciones, ya sea porque el sistema
no los propicia o porque el míster no se los ha pedido.
Además,
otros dos pequeños defectos con el balón son: cierta precipitación
para lanzar las contras y la falta de habilidad de su pierna
izquierda. En cuanto a lo primero, le pueden las ganas de salir como
una bala hacia arriba o buscar el pase definitivo, intentando cosas
muy complicadas que generalmente no le salen. Y lo segundo, es algo
que cuesta detectar, ya que usa poco la izquierda debido a que sus
controles siempre le orientan el balón perfectamente a la derecha,
pero es un punto a trabajar.
Y por
último, mencionaremos lo mejor que tiene Jesús en ataque, que es lo
bien que se mueve para dar un apoyo constante. No importa que el
balón lo tenga el portero, el otro central, el pivote o el lateral,
y que haya presión rival o no, el maño siempre ofrece una línea de
pase. En este aspecto, cabe destacar su partido con la sub21 ante
Noruega, donde su mediocentro fue José Rodríguez, que tiene
tendencia a caer a la derecha para sacar el balón. Vallejo en este
partido mostró su inteligencia en los movimientos para ofrecer
siempre un apoyo pese a que José “le pisaba” su zona. Su lectura
de juego para dar siempre una solución, sin balón o con él, es
impresionante.
Encontrar
un jugador con todas estas cualidades ha supuesto una inyección de
moral y esperanza muy necesaria en la Romareda tras una época
convulsa en lo extradeportivo que se acabó acusando en el campo.
Imágenes como la del estadio al completo cantando el himno en la
Final de Playoffs ante Las Palmas no se hubiesen producido sin la
aparición de este joven maño. Como dice el speaker de La Romareda:
“Con el 31, pónganse firmes que llega nuestro capitán, JESÚS
VALLEJO”.
Hola, puede elaborar sobre la velocidad del jugador? Me gustaría tener una idea clara sobre sus recursos físicos. Gracias! :)
ResponderEliminarHola, pues en espacios cortos en muy rápido, sobretodo de reacción, y aunque en carrera larga probablemente no sea tan rápido como Pepe o Varane, por compararlo con dos nuevos compañeros suyos, se está desarrollando muscularmente aún, y esto se le ha notado a lo largo de este año. Pasar de juvenil a profesional implica mucho cambio en el trabajo de gimnasio, y esto visualmente se aprecia de septiembre del año pasado a ahora, está desarrollando un tren inferior bastante potente, sobretodo ha mejorado mucho el salto.
EliminarAhora mismo no me acuerdo de ninguna carrera larga que haya perdido con un delantero este año, ya que si este le sobrepasa por velocidad pone muy bien el cuerpo y se lanza muy bien al suelo. Pero habrá que ver si esto se debe a que los delanteros de Segunda no tienen tanta potencia como algunos de Primera y Champions.