lunes, 22 de febrero de 2016

La presentación del nuevo Arsenal

Vamos a comenzar siendo directos. Cuando el pasado 14 de diciembre el sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones nos dejó un Barcelona – Arsenal, la eliminatoria parecía estar mucho más igualada que a día de hoy. Los gunners parecían favoritos para ganar la Premier por primera vez en muchos años, y estaban dejando sensación de ser el mejor Arsenal desde la construcción de su nuevo estadio. Mientras que en Barcelona, pese a los buenos resultados, el bajo estado de forma de Messi tras su lesión preocupaba al aficionado culé. Además, Neymar había demostrado poder liderar a un aspirante a la Copa de Europa durante el mes de baja del argentino y, con su vuelta, le tocaba readaptarse a su papel de escudero.

Pero hoy, 23 de febrero, el cuento es muy diferente. Messi se ha encargado de borrar todas las dudas y preocupaciones a base de genialidades, lo que ha permitido que el Barcelona sólo se haya dejado puntos contra el Espanyol en 2016, y pasen ya más de cuatro meses y medio desde su última derrota. Sin haber jugado especialmente bien en el último mes, el Barça es el máximo favorito a ganar la Copa de Europa, especialmente gracias al poder ofensivo de la MSN y al gran resurgir de Andrés Iniesta.

La MSN llega pletórica a la eliminatoria
Por su parte, el Arsenal llega "lesionado" al tramo importante de la temporada, algo que  resulta ya habitual. El conjunto del norte de Londres no queda eliminado en la fase de grupos de la Champions desde 1999, y en cambio lleva seis años sin pisar los cuartos de final. Las lesiones de Coquelin y Cazorla resquebrajaron el nuevo sistema de Wenger, que se ha apoyado en la genial temporada de Özil y en el Giroud más goleador de su carrera en las islas para mantenerse en la lucha por una Premier que parece más accesible que nunca.

Desde el primer día de la temporada, Arsène Wenger dio un giro a su plan en los partidos grandes. Ya no se basaba en la posesión y el ataque posicional, sino en el repliegue y las transiciones rápidas que marcaron las mejores épocas del alsaciano en Inglaterra. Es un cambio lógico que favorece a sus fichajes estrella de las últimas temporadas, Özil y Alexis, y también a su plantilla en general, mucho más cómoda jugando al contragolpe que teniendo que “masticar” lentamente cada ataque.

La principal novedad se ha visto en los partidos grandes, donde el Arsenal le da el balón al contrario para replegarse, generalmente con dos líneas de 4 soltando a Özil con el delantero. Aunque los mejores momentos defensivos de los gunners han llegado con un 4-5-1 que incorpora al turco-alemán a la izquierda del mediocentro Coquelin. El Chelsea en la Community Shield, el Manchester City en Premier y el Bayern en su visita al Emirates fueron las víctimas del plan más cínico de Wenger, dando lugar a 3 victorias de prestigio. Para un equipo que se encuentra más cómodo defendiendo pases interiores que centros laterales, incorporar a un hombre más a la línea de 5 le permite saturar la frontal para restar espacios.

Repliegue vs. Manchester City (21-12-2015)
Así, nos encontramos un plan que podría incomodar al Barcelona, que no acostumbra a poner gran cantidad de centros laterales, uno de los déficits más importantes del Arsenal en fase defensiva. Aún con ello, se hace muy difícil creer que en un repliegue cerrado es posible secar totalmente a la MSN, por lo que Wenger deberá buscar formas de salir regularmente. Y aquí se encuentra escollos en las dos soluciones que primero se nos vienen a la cabeza.

La primera, que probablemente se de en algunas fases de la eliminatoria, es simple, liberar a Mesut Özil del trabajo defensivo. El de Gelsenkirchen solía hacer bastante daño al conjunto catalán en sus años en el Madrid, ya que se habilita muy bien para recibir entre líneas, y puede buscar ahí uno de los pocos puntos débiles de Sergio Busquets, el espacio que queda en sus flancos. Su facilidad para recibir, unida a su capacidad para esconder el balón, girar sobre sí mismo y desesperar a su marcador, le hace un buen recurso “defensivo” para el Arsenal. Además, estando cerca del área rival es donde genera más peligro, ya que no le gusta verse obligado a gestionar posesiones tanto como acabarlas. Lleva 17 asistencias en 24 partidos de Premier League, cifras históricas incluso para un jugador que suele liderar este apartado estadístico. Wenger deberá decidir si para formar su sólido 4-5-1 le compensa alejar a su mejor futbolista de su zona favorita.

La segunda solución para garantizarse salir con constancia y romper las fases de asedio culés se llama Theo Walcott. Sus rupturas simplifican la tarea de Mesut Özil como lanzador y su velocidad en la punta del ataque obliga a dejar hombres pendientes de las contras. Ya dañó de esta manera al Bayern en la fase de grupos, formando por momentos doble punta con Alexis Sánchez. Parece fácil imaginarse a Piqué sufriendo en campo abierto con los sprints del delantero inglés, aunque contará con las ayudas de un Mascherano en ascendente rendimiento.

El escollo a esta solución tiene acento francés. Olivier Giroud vive su mejor momento como gunner, y este año está de dulce en la Champions, asegurando un gol cada 58 minutos, así que sentarlo se antoja complicado. Además, activa la opción del juego directo como manera simple de asentarse en campo contrario. Este recurso es particularmente jugoso sabiendo que enfrente estará el central que más sufre en estas acciones entre los equipos que han llegado a octavos, Javier Mascherano. Para más inri, el movimiento favorito de Giroud en el área es atacar el primer palo cuando el centro llega desde la derecha, y el encargado de defender esa zona también es el Jefecito. Y si el Arsenal logra establecer ataques en campo culé, Giroud es uno de los nueves con un juego de espaldas más creativo, entendiéndose muy bien con Özil, Ramsey, Alexis y Campbell, que serán presumiblemente los que se incorporen desde segunda línea.

Giroud marcó 5 goles en fase de grupos
En la última de las opciones para adaptarse al rival, cabe destacar que Wenger ha intentado meter a Gabriel en el eje de la zaga como pareja de Koscielny desde que se conoció el sorteo. El brasileño es un central muy físico que se suele crecer con los delanteros que le exigen un cuerpo a cuerpo constante, como demostró con Diego Costa en el partido contra el Chelsea. Y por ello parece bastante más apto para defender a Luis Suárez que Mertesacker, al que el propio Costa ya logró expulsar en el Emirates hace un mes tras un choque y carrera posterior. Su lentitud parece peligrosa para su equipo, y más teniendo en cuenta que debiera ser el encargado de hacer ayudas a Bellerín contra Neymar, pero Gabriel es baja por problemas físicos, así que Per será titular. Veremos si vuelve a ser así en la vuelta.

Acudiremos ahora a lo que pasa cuando el Arsenal la juega desde atrás. La baja de Cazorla ha restado claridad, orden y creatividad a la salida de balón, y los dos miembros del actual doble pivote, Coquelin y Ramsey, tratan de compensarlo con una gran movilidad para abrir líneas de pase. Esto provoca que cuando se produce una pérdida, el francés y el galés suelen estar abiertos, o lejos del balón, y como los laterales también se han proyectado hacia arriba, los centrales se pueden encontrar solos ante el peligro. Viendo la gran presión que realiza el Barcelona tras pérdida, que Giroud gane muchos duelos aéreos se antoja imprescindible para evitar esta situación.

En la fase de ataque posicional también se nota la ausencia de Santi Cazorla. El asturiano era el principal responsable de que Özil recibiese el balón arriba, sin necesidad de tener obligaciones en la creación. Ahora Mesut tiene que retrasarse más, hecho que Ramsey compensa rellenando área y Coquelin abriéndose. Esto vuelve a favorecer que ante la pérdida el equipo se haya desordenado, y de ahí surge el problema del Arsenal ante las transiciones rivales, un escenario idílico para la MSN. Cabe mencionar el peso de Koscielny tanto en salida como en campo rival, actuando en ocasiones como “pivote auxiliar” en el sistema gunner, en un rol parecido al de Sergio Ramos en el Madrid de los Puentes de Ancelotti.

Petr Cech es un peso pesado de la Champions League
Y para el final queda el argumento de más peso para afirmar que este Arsenal es el más competitivo de los últimos años. Cuenta en su once con  alguien que ya ha ganado la Copa de Europa, y no siendo uno más. Petr Cech está curtido en mil batallas, y de sus paradas y su seguridad parten muchas de las opciones del Arsenal en la eliminatoria. Las estiradas en momentos clave, sus manos o pies en los uno contra uno y el dominio del juego aéreo van a ser acciones que seguro se van a repetir muchas veces durante los 180 minutos. Cuenta además con el hecho de no haber recibido nunca un gol de Lionel Messi, que aunque no deja de ser un dato anecdótico en este caso nos puede contar algo más. El checo es un portero con una gran intuición/experiencia para “entender” qué esquina buscará Messi en cada golpeo, además de saber cómo tapar los resquicios por los que Messi cuela el balón en cada mano a mano, por lo que puede ser uno de los más capacitados para contener lo incontenible.

Y es que Cech viene siendo, junto a Monreal (temporadón el suyo), la única pieza que no ofrece duda alguna sobre su rendimiento defensivo, y la base del “nuevo-viejo” plan de Wenger que se cimienta en lo que pase cuando el Barcelona tenga el balón. Y bajo su aura de grandeza en la Copa de Europa, al Arsenal le toca demostrar que está listo para seguir avanzando. Que se quiere sacudir lo de “pierden pero al menos juegan bonito”. Que les toca volver a ser un grande europeo. Que Özil puede liderar, que Giroud puede golear con constancia, que Koscielny ya no falla, que Alexis desequilibra también en Champions. Es su presentación.

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