miércoles, 15 de abril de 2020

Haris Vučkić, análisis del fichaje del Real Zaragoza

Hace una semana el Real Zaragoza cerró su segundo fichaje para la temporada que viene, según publicó el Heraldo de Aragón. Se trata de Haris Vučkić, atacante esloveno de 27 años, que acaba contrato con el Twente y ha explotado en lo goleador en su primera temporada como delantero, en la que lleva 11 goles en 25 partidos en la Eredivisie, primera división holandesa. De acuerdo con la información publicada por el Heraldo, la incorporación del esloveno se producirá en cualquiera de los dos escenarios que maneja el club maño para la temporada que viene, sea confirmando el buscado ascenso a Primera o repitiendo por octavo año consecutivo en Segunda División.

  
Vučkić es un jugador de 1’87m de espalda ancha y fuerte, no excesivamente pesado para su tamaño y que no posee mucha explosividad pero sí una gran zancada. Es un mediapunta técnico, de esos que no pueden esconder su condición de zurdo y que atrapan la vista cuando tocan el balón. Si además les digo que es balcánico y que ha explotado en Holanda en su primer año como delantero, se les puede venir rápidamente otro nombre a la cabeza. Sí, tiene ciertas similitudes con Dušan Tadić, delantero del Ajax, aunque su enfoque del juego y protagonismo difieren.

El nuevo fichaje del Zaragoza ha jugado durante toda la temporada como falso 9 en un 4-3-3 donde los extremos quedaban encargados de otorgar la profundidad casi de manera exclusiva. A Vučkić le gusta aparecer en zonas intermedias (ver imagen inferior), buscando sacar a los centrales de posición y generar huecos que sus extremos atacan en diagonal. Pese a recibir bastantes veces de espaldas entre líneas, pocas veces se queda con el balón y gira para encarar, ya que el desborde no es una de sus virtudes. Prefiere tocar de cara al llegador, siendo muy hábil encontrando al tercer hombre, intentando devolver al primer toque si la jugada no le exige dos. Otra de sus jugadas favoritas en esas situaciones es la de buscar al hombre que ataca el espacio que él ha vaciado, apoyándose en su fantástico tobillo izquierdo, capaz de girar para crear pases profundos muy difíciles sin necesidad de controlar el balón.

Vučkić aparece en distintas zonas durante un partido.
En pocas ocasiones retiene la pelota si hay una opción de pase disponible, aunque cuando le toca hacerlo muestra una gran habilidad protegiendo el esférico, escudándose en su poderosa espalda y mostrando su preferencia por la pisada, haciendo gala de mucha calidad. Todas las características mencionadas hasta ahora contrastan con su baja participación en el juego, aunque ésta se puede achacar a las características de su equipo. El Twente es un recién ascendido con pocos recursos ofensivos que prioriza el repliegue y contragolpe. El escenario al que más se ha enfrentado Vučkić esta temporada ha sido el de un fútbol de transiciones, donde él es el encargado de aportar el toque diferente que genere una ventaja para los corredores que tiene alrededor.

El esloveno es un jugador extremadamente generoso en su concepción del juego, algo que muestra en sus pases y movimientos, y que puede resultar chocante en un atacante que ha marcado 11 de los 34 goles de su equipo (segundo mayor porcentaje de goles de un jugador respecto al total del equipo en la Eredivisie). Pese a su tamaño, Vučkić es un futbolista bastante dinámico, especialmente en transición, donde no deja de moverse para generar espacios. Es muy hábil leyendo estas acciones para arrastrar marcas y limpiar el carril para un compañero. Le gusta trazar diagonales hacia la banda y es capaz de organizar el contragolpe sin tocar el balón, marcando a sus compañeros qué espacios atacar a partir de sus propios movimientos. Su falta de egoísmo en el área puede llegar a perjudicarle en ciertas ocasiones donde un delantero debería disparar y él prefiere buscar a su compañero mejor colocado (ver imagen inferior).

Con la posición ganada, prefiere dársela a Iličić antes que finalizar él.
Una de sus principales formas de habilitarse para el remate en el fútbol vertical del Twente es dejar que la altura del balón le sobrepase, habitualmente por banda, para atacar la frontal del área en segunda oleada (ver imagen inferior). En estas situaciones se pone en relieve su gran zancada, ya que no le supone un gran esfuerzo recuperar los metros perdidos. Si acaba recibiendo en la frontal puede sacar a relucir una de sus principales armas, el disparo de media distancia. Vučkić tiene un golpeo fuerte y seco que busca las esquinas de la portería, y arma muy rápidamente la pierna, usando cualquier hueco que deje la defensa.

Si la jugada hace que tenga que luchar la posición con los centrales, su preferencia ante centros laterales es siempre atacar el primer palo. No importa si el centrador ha llegado a línea de fondo o no ha alcanzado la altura del área, Vučkić siempre acude al mismo espacio. Buscando la anticipación antes que el cuerpo a cuerpo, sus remates en estos casos se apoyan bastante más en la técnica que en un ausente instinto de killer. Pese a medir casi 1’90m apenas se prodiga en el remate de cabeza, ni siquiera a balón parado (ninguno de sus 11 goles esta temporada ha llegado con un cabezazo). Tampoco muestra interés en la disputa de duelos aéreos en el juego directo, sino que prefiere ganar la posición al central (es muy difícil de mover cuando la ha ganado) para controlar el balón y llevarlo al suelo.

Deja que el balón le sobrepase para llegar desde segunda línea.
Donde sí ha destacado especialmente en la temporada ha sido en sus disparos desde dentro del área. Ya sea definiendo en carrera o disparando en estático, Vučkić transmite certeza de gol si tiene espacio suficiente. A su alta velocidad de ejecución une variedad de recursos para picar el balón o jugar con el portero y los defensas mediante amagos. Su explosión como goleador este año se debe principalmente a este tipo de jugadas, donde muestra su técnica y uso del cuerpo para colocarse el balón en el mejor sitio posible para que luzca su potente pierna izquierda. Para poner en contexto su producción goleadora en un equipo que apenas le abastece de ocasiones, Vučkić ha conseguido 11 goles promediando únicamente 1,0 disparos por partido, frente a los 1,8 de Puado o los 2,3 de Luis Suárez en el Real Zaragoza. Además, sólo uno de sus goles ha llegado desde el punto de penalti, ya que el encargado de lanzarlos en el Twente, hasta que se lesionó, era Aitor Cantalapiedra (otro jugador que ha explotado este año, acaba contrato y podría resultar interesante para el Zaragoza).

En cuanto a su comportamiento defensivo, el esloveno es un jugador que puede llevar a engaño. Su lenguaje corporal sugiere cierta apatía, pero tiene buen fondo físico y es comprometido en el esfuerzo, aunque siempre priorizando tapar líneas de pase y orientar la salida rival antes que lanzarse a buscar el robo. En ocasiones muestra arrebatos de pasión balcánica, yendo con mucha agresividad a jugadas que tal vez no la exijan, consiguiendo robos y faltas por igual. Aunque no le gusten las disputas aéreas ofensivas, su altura contribuye en el balón parado defensivo, generalmente como primer hombre a la corta.

Únicamente falta valorar su adaptación al Real Zaragoza de Víctor Fernández y al salto de exigencia que supondría jugar en Primera División. Pensando primero en su encaje táctico, parece difícil que el equipo maño proponga un escenario tan adaptado a sus virtudes y defectos como se había construido en el Twente. Pese a ser un jugador diferente a Puado, podría encajar bastante bien en su rol de segundo punta: pisan zonas parecidas, dinamizan el ataque y poseen una cuota de gol muy interesante. Desde luego, contar con Luis Suárez como su pareja en la delantera subrayaría muchas virtudes de Vučkić, ya que el colombiano es profundidad pura y su gravedad en el área atrae muchas marcas que liberarían la llegada del esloveno por detrás. Pero teniendo en cuenta que la continuidad del colombiano en Zaragoza es poco más que un sueño de La Romareda, queda por ver cómo se compondrá el ataque blanquillo el año que viene, y si Víctor Fernández continúa con esquemas de dos puntas o vuelve al 4-2-3-1 con el que el equipo empezó a funcionar antes de la llegada de Puado.

En cuanto al nivel, queda claro que Vučkić sería uno de los puntales ofensivos del Real Zaragoza en Segunda División, pero no hay certezas de qué papel en la plantilla ocuparía en Primera. Las dudas vienen por la diferencia entre los defensas de la Eredivisie y la Liga Santander. Vučkić es un jugador fuerte y con zancada, por lo que el cambio físico no debería preocuparle, es muy difícil moverlo cuando ha ganado la posición, ya sea en carrera o en estático. Donde hay mucha diferencia entre Holanda y España es en la concesión de espacios al delantero, circunstancia que Vučkić aprovecha para armar la pierna y disparar. Si su cuota goleadora se redujese considerablemente, sería necesario que aumentara su participación en el juego y sirviese como lanzadera a otros delanteros, probablemente retrasando su posición a la mediapunta. Si no, parece difícil que tenga un espacio en el once titular de un equipo que quiera competir en Primera División. Si es capaz de mantener sus cifras goleadoras en la Liga, se acabaría cualquier debate. Está salvando al Twente prácticamente él solo y sería piedra angular en la búsqueda de la salvación maña.

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