Tras el partido frente al Tenerife y la despedida de una leyenda zaragocista como Alberto Zapater, el principal foco del Real Zaragoza ya está puesto en la confección de la plantilla para la temporada que viene. Fran Escribá ya ha dejado caer en rueda de prensa que va a haber una cantidad relevante de cambios, que va a empezar con una ronda de revisión interna para evaluar la continuidad de muchos futbolistas de la plantilla actual.
En este texto
vamos a repasar cada caso individualmente, estudiando su encaje deportivo y
económico en el proyecto del año que viene. El Real Zaragoza está en una
posición muy favorable respecto a hace un año, con muchos más jugadores que
finalizan contrato, director deportivo y entrenador confirmados desde hace
meses y la previsión de aumentar el presupuesto entre un 20% y un 40%.
Antes de meternos en faena es necesaria repetir la aclaración del año pasado respecto a los montantes de los contratos. Estas cifras no se suelen hacer públicas, así que ha sido necesaria una búsqueda personal que no estará exenta de ciertos fallos. Además, Raúl Sanllehí está instaurando una política de flexibilización salarial que implica menores cantidades fijas y mayores dependientes de objetivos, con lo que es difícil establecer comparaciones entre unas cifras y otras.
PORTEROS
Cristian
Álvarez (2024, 500.000€)
Cumplirá su
séptima temporada en el club y pasará a ser el primer capitán de la plantilla.
Tras una temporada 21/22 donde podía vislumbrarse algún atisbo de declive, ha
completado una 22/23 de gran nivel, haciendo ver que le queda cuerda para rato.
Será tan importante dentro como fuera del campo.
Álvaro Ratón
(2023, 120.000€)
Un par de
temporadas más tarde de lo esperado parece que su ciclo en el Real Zaragoza ha
terminado. Tras la falta de apoyo mostrado por parte de la afición cuando ha
jugado y que Rebollo le quitase el sitio cuando Cristian no estaba, no hay
dudas respecto a su situación. Juan Carlos Cordero quiere traer a un portero de
mayor nivel y trayectoria para competirle el puesto a Cristian Álvarez.
Dani Rebollo
(2023 [+3], 90.000€)
Su contrato establece una opción unilateral para el club de extender 3 años su contrato, aunque con ficha del primer equipo. Parece que no se plantea que sea el segundo portero, así que lo más probable es que no siga, porque ser el tercero sin opción de jugar con el Deportivo Aragón no convence a ninguna de las dos partes. Si su potencial entusiasma a Cordero, la última bala para su continuidad sería una renovación más cesión a otro club de Primera RFEF.
DEFENSAS
Fran Gámez
(2024, 250.000€)
Ha completado
otra temporada siendo titular fijo y asegurando un rendimiento mínimo muy
positivo. Depende de cómo se maneje la situación de los canteranos se le podría
buscar competencia real con otro fichaje, pero parece que no será así. Es difícil
encontrar un jugador con su experiencia, seguridad y capacidad de repetir
esfuerzos. Además, su sociedad con Bermejo, cada vez más desarrollada, le
supone un plus.
Marcos Luna
(2026, 90.000€)
Se rompió el
menisco justo cuando empezaba a encadenar titularidades, así que nos quedamos
sin saber si estaba ya para asentarse en ese rol o hay que ser más paciente con
él. Depende de cómo le vean Escribá y Cordero podría seguir como tercer lateral
con dorsal del filial, marcharse cedido para sumar minutos o hacer pareja con
Gámez con ficha del primer equipo. Probablemente esta decisión se tome conforme
avance la pretemporada.
Gaizka
Larrazabal (2023 [+1], 350.000€)
Sin
suficientes recursos para rendir como extremo y sin los conceptos defensivos
exigibles a un lateral, Larra vive un momento de falta de identidad en su
carrera. Aunque ha mejorado con la suma de minutos en línea de 4, costaría
creer que el Zaragoza se plantee su continuidad. En agosto aceptó una rebaja de
sueldo a cambio de renovar hasta 2024, con opción unilateral a favor del club.
Si el Zaragoza no ejerce esa opción deberá pagarle el salario original, la
rebaja no tendrá efecto y el jugador saldrá libre.
Carlos
Vigaray (2023 [+1], 400.000€)
Triste
ejemplo del lado más duro del fútbol, Vigaray ha sumado 24 minutos de juego en
las dos últimas temporadas. En sus primeros años demostró ser uno de los
mejores laterales de la categoría, pero su calvario de lesiones hace inviable
su continuidad. Aceptó la misma propuesta que Larra de rebaja salarial a cambio
de opción de renovación, pero tampoco tendrá efecto y saldrá libre.
Ángel López
(2025, 90.000€)
Ha sido
indiscutible en el Calahorra en Primera RFEF, pero a su vuelta de cesión se
encuentra un tapón inesperado en su camino al primer equipo. La aparición de
Marcos Luna (más el empuje de Juan Sebastián y Borge en el filial) hace que el
club tenga que definir prioridades en el puesto. Lo lógico sería que Escribá
quiera verlo en pretemporada, priorice entre él y Luna, y uno de los dos salga
cedido.
Alejandro
Francés (2025, 250.000€)
Ha sufrido
una temporada llena de altibajos, típica de un jugador de 20 años. Hay muchos
rumores sobre su salida, pero costaría creer que el club lo quisiera vender en
un momento de bajo valor de mercado. Por otro lado su zaragocismo le debería empujar a continuar, excepto que vea claro que Escribá lo considera tercer
central. No hay que olvidar que es el jugador con mayor potencial de la
plantilla.
Lluís López
(2023 [+2], 250.000€)
Mucho más
asentado tras la llegada de Escribá, cada vez comete menos errores y ha ganado
jerarquía en la plantilla. El club tiene una opción para renovarlo hasta 2025
con un salario de 400.000€, pero hay negociaciones abiertas para rebajar esa
cantidad. Algunas fuentes ya lo dan por hecho por 320.000€, que reflejaría muy
bien su estatus en la plantilla, como uno de los 3 centrales aspirantes a
titular.
Jair Amador
(2025 [+1], 350.000€)
Ha mantenido
su rendimiento y renovó hasta 2025, en reconocimiento a lo necesario que es en
la plantilla, sobre todo por ser un perfil diferente a Francés y Lluís López.
Si se mantiene la jerarquía de esta temporada, será el segundo capitán.
Jairo
Quinteros (2024, 90.000€)
Lo que ya
pareció un fichaje extraño ha demostrado serlo. Con 12 minutos en la temporada,
es evidente que va a salir. Las dudas son si se le encontrará un destino que no
exija al Zaragoza pagarle parte del contrato y qué perfil se buscará en su
sustituto. Cordero quiere añadir experiencia y lo lógico sería buscar a un
central de área, más parecido a Jair que a Francés o Lluís.
Carlos Nieto
(2024, 130.000€)
Indiscutible
desde febrero, leva 4 meses a un nivel altísimo. Va puliendo sus desconexiones
en defensa y su calidad en ataque se ve acompañada de una mejor lectura de las
situaciones, con la dificultad añadida que ha supuesto ser el compañero de
banda de Bebé. Su continuidad es segura, como mínimo en calidad de aspirante a
titular en igualdad de condiciones con su competidor por el puesto. No sería
raro que renovase más allá de 2024.
Gabi Fuentes (2023,
90.000€)
Comenzó con buenas sensaciones y un potencial por desarrollar, pero no ha terminado de dar un salto con el avance de la competición y Nieto le ha quitado el puesto. El Real Zaragoza puede ejercer la compra del 70% de sus derechos por 1,2 millones de dólares, pero es una opción casi descartada. El Junior podría buscarle otra cesión en la Liga Smartbank la temporada que viene.
CENTROCAMPISTAS
Jaume Grau
(2025, 300.000€)
Ha demostrado
ser mucho menos trascendente con balón de lo que apuntaba, pero a cambio sus prestaciones
sin pelota han dado un salto de nivel. Cuando ha cogido el ritmo ha sido el
pivote titular, pero la competencia de Marc Aguado y algún fichaje por llegar
debería cuestionar su estatus para el año que viene.
Francho
Serrano (2025, 200.000€)
El jugador
que mejor ha aprovechado el año para crecer y asentarse, Francho encaja como un
guante con el fútbol vertical de Escribá y tiene una conexión innegable con la
grada. Mientras pule su llegada al área y finura en espacios reducidos, parece
difícil que un fichaje le desbanque del once titular.
Marc Aguado
(2025, 90.000€)
Ya asentado
en Segunda tras otra temporada notable en Andorra, su hueco en el primer equipo
(esta vez sí) está asegurado. Las cuestiones a resolver son sus cualidades sin
balón en un equipo que espera muchas veces en repliegue y si puede desarrollar
un ida y vuelta que le permita compartir campo con un pivote más fijo como
Jaume Grau.
Manu Molina
(2024, 200.000€)
Jugó
muchísimo con Carcedo, pero su presencia con Escribá ha sido residual. Necesita
tener el balón todo el rato e impone un ritmo bajo en sus equipos, con lo que
la compatibilidad con el técnico valenciano es muy baja. Se le buscará una
salida que no debería ser muy complicada, ya que tiene buen cartel en Segunda
División.
Tomás Alarcón
(2023, 500.000€)
Llegó en
enero con la vitola de titular, pero sus primeros partidos le mostraron
impreciso y nervioso, perdió el sitio y no ha vuelto a poderse subir al tren.
Su cesión no contemplaba opción de compra y no sería lógico que se negociase
con el Cádiz su continuidad.
Alberto
Zapater (2023, 100.000€)
Su
rendimiento en el campo e importancia fuera de él le permitían tener un hueco
en la plantilla una temporada más, con lo que su adiós sólo puede significar
que el proyecto aspira a dar un salto muy ambicioso en la plantilla. Deja una
huella imborrable.
James
Igbekeme (2024, 330.000€)
Tras el
fracaso de su aventura americana fue cedido en febrero al Wisla Cracovia de la
segunda división polaca, donde está jugando mucho y es muy querido. Si consigue
el ascenso (está a dos puntos del ascenso directo y metido en el playoff a
falta de una jornada) podría seguir en Polonia. Si no sería un problema para el
Zaragoza, después de que Torrecilla le extendiese un año el contrato en una
operación no anunciada.
Sergio Bermejo
(2025, 220.000€)
Ha dado otro
paso adelante y ya es uno de los referentes ofensivos del equipo, sumando más
presencia en el juego colectivo y mejorando sus cifras de goles y asistencias.
Escribá entiende cómo activarlo y le aprieta para sacar todo su potencial.
Parte como titular indiscutible el año que viene.
Valentín Vada
(2023 [+1], 250.000€)
Tras dos años
La Romareda ya ha entendido qué tipo de futbolista es: llegador y con algún destello
de calidad, pero poco presente en el juego colectivo y exageradamente irregular.
Con la llegada de Bebé perdió el sitio en el once y con los nuevos refuerzos debería
perderlo también en la plantilla. Tiene una cláusula a su favor para decidir si
renueva hasta 2024. Si no lo hace, como parece, el Real Zaragoza deberá pagarle
150.000€ adicionales a su salario. Otro regalo envenenado de Torrecilla.
Eugeni
Valderrama (2024, 300.000€)
Apenas ha tenido presencia este año, donde no ha podido aportar en ningún escenario de partido. Del protagonismo que tuvo a su llegada hace año y medio ya solo queda el recuerdo, ahora es un jugador lastrado por sus carencias de ritmo, físico e intensidad. No debería continuar, pero al Zaragoza le costará encontrar un club en Segunda que asuma su salario completo tras el bajón de valor que ha sufrido.
ATACANTES
Bebé (2023, 1.500.000€)
Líder desde
el primer día, revolucionó al equipo con su regate, golpeo y autosuficiencia. Su
salario es un escollo casi insalvable para pensar en su continuidad, el
Zaragoza le pagó 400.000€ de enero a mayo y con el Rayo tiene firmados millón y
medio anual durante dos temporadas más. No encajaba con Iraola, pero el
entrenador vasco ha decidido no seguir en Vallecas, así que parece que la aventura
zaragocista de Bebé ha terminado.
Víctor
Mollejo (2023, 350.000€)
Es un soldado
para su equipo, pero las carencias ofensivas del Zaragoza le han exigido más de
lo que tiene en ciertas situaciones. Le queda un año de contrato con el Atlético
de Madrid, así que podría llegar al Zaragoza libre a cambio de un porcentaje de
derechos futuros y una cantidad fija si hay ascenso. En un equipo con
aspiraciones, debería ser un jugador útil de rotación.
Miguel Puche
(2025, 90.000€)
Muy similar a
Mollejo pero en un escalón inferior, Puche es un atacante trabajador, móvil y
punzante, pero con carencias con el balón en los pies. Es un perfil que agrada
mucho a Escribá, pero si sube el nivel de la plantilla tal vez se quede sin
hueco. Lo esperable es que con el avance de la pretemporada y la confección de
la plantilla se decida si es el último atacante de la rotación o sale cedido.
Sabin Merino
(2025, 600.000€)
Las sinergias
trajeron una solución inesperada con su cesión al Atlético San Luis mexicano,
pero el problema de Sabin Merino vuelve a aparecer. Podría ser un elemento útil
de fondo de armario, pero su salario queda totalmente fuera de esa lógica. De
nuevo será el caso más difícil de resolver para la dirección deportiva del
Zaragoza.
Iván Azón
(2025, 250.000€)
Las lesiones
han marcado su temporada, pero cuando ha estado el equipo ha cambiado de cara
en ataque. La propuesta de Escribá maximiza sus virtudes y el técnico le alaba
siempre que puede, así que parece partir como titular el año que viene. Será
muy importante acertar con su acompañante y posibles sustitutos por si se
repiten los problemas físicos.
Giuliano
Simeone (2023, 250.000€)
Probablemente
el MVP de la temporada, su potencial es tan grande como su conexión con La Romareda.
A esto se agarra el Zaragoza para intentar prolongar su cesión ante la feroz
competencia de varios clubes de Primera. El club le ofrece un entorno en el que
está muy a gusto, un entrenador que le proporciona el fútbol vertical en el que
brilla y un compañero que le libera de mucho trabajo sucio para que pueda percutir
al espacio. Ahora la decisión está en las manos de Giuliano y del Atlético de
Madrid.
Makhtar Gueye
(2023, 600.000€)
Su nombre retumbará
durante años en La Romareda, pocas veces ha habido tanta diferencia entre
esperanza depositada y rendimiento obtenido. Su cesión contempla una opción de compra
de 3 millones y, en caso de no ejecutarse, alguno de los clubes del fondo de
inversión se debe hacer cargo de ella. Veremos cómo se resuelve ese peliagudo
asunto.
Pau Sans
(2027, 90.000€)
Tras media
temporada impresionante en el juvenil fue llamado a filas por Escribá, mostró
destellos de calidad y dejó claro su potencial, pero ahora el club debe medir
bien los siguientes pasos. Tiene 18 años y necesita acumular minutos, así que
lo lógico sería que partiese con ficha del filial y subiese con el primer equipo
sólo cuando vaya a tener una participación alta.
Marcos
Baselga (2024, 90.000€)
Ha dado un paso
adelante en su tercera cesión consecutiva, metiendo 12 de los 31 goles del
Calahorra en Primera RFEF. Merece la oportunidad de demostrar su valía en
pretemporada e intentar sobrepasar a Puche como último elemento de la rotación,
polivalente, canterano y barato. Pero si el club aspira a dar un salto de nivel
en la plantilla, lo lógico es que se acuerde una rescisión de contrato, ya
tiene 24 años.
Luis
Carbonell (2026, 110.000€)
Ha encontrado
estabilidad en Teruel y con el ascenso a Primera RFEF lo normal sería que se prologase
su cesión durante otro año. Sigue siendo muy joven, con una calidad innegable y
mucho que trabajar a nivel personal para convertirse en futbolista profesional.
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